Desde hace decenios, los habitantes del planeta tierra han concebido el entrenamiento como una actividad beneficiosa en prácticamente casi cualquier circunstancia. Sin embargo, esta concepción que los terrícolas han poseído sobre el entrenamiento a lo largo del tiempo los ha llevado a ignorar los peligros que esta actividad puede acarrear en diversidad de ocasiones. Así pues, con estas, dígase que los especímenes del planeta color verdeazulado llevan décadas sumidos en la inopia, dado que ignoran desde lo más profundo de su ser que el entrenamiento en ocasiones puede albergar en su interior un lado oscuro que lo transfigura cual “licántropo en noche de plenilunio” en una actividad potencialmente peligrosa.
En particular, esta barahúnda en la que se encuentran sumidos los terráqueos se remonta bastante tiempo atrás, más concretamente a un tiempo en el que el lado oscuro del entrenamiento se impuso de forma implacable al lado de la luz. Y es que, tras las Ciencias del Entrenamiento, al igual que en otros muchos campos científicos, se libran continuamente contiendas a sangre y fuego entre los defensores de la luz y la oscuridad… Mártires que defienden a capa y espada concepciones diametralmente opuestas.
Por una parte, a un lado de la trinchera puede hallarse al grupo de los temidos Sith, personificaciones surgidas directamente del averno quienes disfrutan sobremanera imponiendo lobreguez y caos mediante la suplantación de la verdad a través de falsos saberes, acto el cual llevan a cabo empleando una de las armas más temibles conocidas hasta la fecha: la desinformación.
Mientras, en el anverso de la moneda, en el bando antitético, nos encontramos con los Jedi, seres quienes imperecederamente se encuentran posicionados del lado de la luz… Y del lado de la luz, la única misión posible es entonar un
“Bella Ciao”. Esto es, ofrecer una resistencia que impida a los Sith sumir a los habitantes de la tierra en el caos. Una resistencia. Una oposición que los valientes Jedi llevarán a cabo empleando su arma más poderosa: la ciencia.
Y así, con todo lo implicado, en el amplio sentido de la palabra implicar, ambos bandos, aunque imperceptibles en el mundo sensible de los habitantes del orbe terráqueo, batallan continuamente desde tiempos inmemoriales. Batallas miles… Batallas icónicas… Algunas dignas de ser recordadas… Como verbigracia aquella denominada: “la amenaza de los cansadores”. Una batalla en la que una facción de los Sith apodada “los cansadores” manipularon la mente de los terrícolas, todo ello con el objeto de implantar entre los estrechos parietales humanos uno de sus lemas más conocidos: “no pain, no gain”.
Lamentablemente, esta consigna del “no pain, no gain” imperó entre los terrestres durante largo tiempo, pues los Sith la impusieron a sangre y fuego mediante el empleo inmisericorde de su arma por excelencia: la desinformación; arma “ocus podas” capaz de pervertir la racionalidad mediante la creación de mentiras verdaderas… Y así, de esta guisa, fue como la facción Sith de “los cansadores” hizo creer a los terrícolas durante décadas que a mayor intensidad y volumen de entrenamiento mayores mejoras a nivel orgánico obtendrían. Empero, nada más lejano a la realidad, ya que este concepto que implantaron los Sith era rotundamente falso. Y es que, nunca puede concebirse que a mayor intensidad y/o volumen de entrenamiento existan mayores progresos. Es más, puede ocurrir todo lo contrario. Es decir, todo entrenamiento a partir de un determinado grado no solo puede disminuir las ganancias de rendimiento físico, sino que además podría llegar a ser nocivo para los organismos humanos.
Ante esta mixtificación, como no podía ser de otro modo, los Jedi decidieron contragolpear. Ello es debido a que estos no podían tolerar bajo ningún concepto que los falsos conocimientos sobre entrenamiento reinasen entre los humanos. Es por ello por lo que para con este fin, o sea, para lograr manumitir a la humanidad de los efectos causados por la desinformación, los Jedi crearon un batallón de arduos guerreros bautizados como “los entrenólogos”; soldados armados con la Ciencia del Entrenamiento, una rama científica capaz de desmoronar cual Torre de Babel toda suerte de desinformaciones en el terreno del entrenamiento… Un arma privilegiada que somete a la desinformación ante la implacable luz de la sapiencia y el conocimiento. Y así…, empuñando el arma de la ciencia, “los entrenólogos”, valientes cual pretoriano romano, emprendieron un análisis de la realidad; análisis que llegó a las siguientes conclusiones:
«El lema “no pain, no gain” es un Niágara de ilusiones, puesto que el aumento de intensidad y/o volumen de entrenamiento necesariamente tiene un límite a partir del cual este empezaría a ser contraproducente. En otras palabras, el beneficio que reporta el entrenamiento sigue el comportamiento de una campana de Gauss o U-invertida, no el de una función lineal como sugiere el lema “no pain, no gain”. Por tanto, en base a lo expresado anteriormente, los Jedi concluyen que existe un punto mínimo donde el ejercicio no produce beneficios ni perjuicios, dado que la fatiga producida a nivel orgánico es mínima. Asimismo, también ha de expresarse que existe un punto máximo en el cual el ejercicio tampoco produce beneficios, pero sí que puede llegar a originar perjuicios sobre la ganancia de rendimiento físico e incluso sobre el organismo humano (rabdomiólisis, lesiones musculoesqueléticas, alteraciones hormonales, trastornos psicológicos…), todo ello como consecuencia de una fatiga orgánica excesiva».
Figura 1. Campana de Gauss o U-invertida en la que se muestra cómo se modifican los beneficios obtenidos con el entrenamiento según se manipulen las variables de intensidad y volumen.
Y así, con la ayuda del método científico, un método que no busca la verdad pero sí un camino lo más cercano posible a ella, es como “los entrenólogos” corroboraron las falacias y sesgos lanzados por “los cansadores”. Unos “cansadores” que habían falseado el pensamiento de los humanos haciéndoles creer que la relación existente entre intensidad-volumen de entrenamiento y el beneficio a nivel orgánico obtenido era lineal cuando realmente es curvilíneo. Un sinsentido tan extenso como el “movimiento” para Zenón de Elea, ya que de seguir a pies juntillas la consigna “no pain, no gain” se llegaría al absurdo lógico de inferir que la mejora que produce el entrenamiento es fuente de lo infinito e inagotable. Sin embargo, nada más opuesto a la verdad que esta reflexión, pues obviamente el aumento de intensidad y/o volumen tiene un límite a partir del cual los beneficios aportados por el entrenamiento a nivel orgánico empiezan a decaer.
Figura 2. Representación de los beneficios obtenidos con el entrenamiento cuando se manipulan las variables de intensidad y/o volumen mediante dos representaciones gráficas: representación lineal (incorrecta); representación curvilínea (correcta).
Finalmente, una vez que la verdad fue hallada por los Jedi, quedó patente que el lema “no pain, no gain” era tan incongruente como aquella otra afirmación que manifiesta: “es de mala suerte ser supersticioso”. Por tanto, ya solo quedaba una cosa: diseminar las nuevas evidencias obtenidas para así reemplazar el típico tópico “no pain, no gain” por lo que parecía un utópico tópico: “more brain, more gain”. Y así, poco a poco…, muy poco a poco…, tela de poco a poco, fueron desapareciendo expresiones como: “el sufrimiento te llevará al éxito”, “si duele es que te esfuerzas”, “si no sufres nunca conseguirás nada” … Igualmente, también los humanos fueron tomando conciencia de la insensatez que supone valorar un entrenamiento por el sufrimiento causado en el sujeto, puesto que el entrenamiento excesivo es como el Gulag, ni fortalece ni favorece, más bien todo lo contrario. Y así, gracias al trabajo imperceptible de la Orden Jedi, los humanos pasaban paulatinamente de un conocimiento hialino a un conocimiento nítido y libre de todo aquello que hace parecer lo blanco negro y lo verde violeta. Y es que, ¿por qué querría alguien invertir más tiempo, más esfuerzo, más sacrificio, más dolor, más sufrimiento y más sudor en algo si pudiera obtener ese mismo algo invirtiendo menos recursos y de manera más fácil?
Que la Ciencia del Entrenamiento te acompañe.
Artículo publicado en la revista Naukas el 2 de enero de 2022: https://naukas.com/2022/01/02/el-lado-oscuro-del-entrenamiento-la-amenaza-de-los-cansadores/
Este artículo ha sido redactado por Miguel Ángel Puch Garduño, Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, así como por María José López Barrio, Graduada en Psicología.
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